Todos los nuevos papás podemos atestiguarlo; las primeras semanas son las más retadoras. Por más que nos hayan enseñado, platicado, ejemplificado de qué se trata tener a un bebé, no conseguimos entenderlo hasta estar inmersos en esos primeros días.
Y en ese remolino de nuevas vivencias, emociones y desveladas, papá puede sentirse relegado. Esto es especialmente cierto cuando la nueva mamá ha decidido amamantar. La díada mamá – bebé es tan única y mamá pasa tanto tiempo amamantando al nuevo miembro que papá no encuentra su lugar.
El primer consejo para el nuevo papá es atender a su pareja. ¿Cómo puedo participar en esos primeros días? Sé el cuidador de ese nuevo par: provee de comida y sobre todo AGUA, a tu mujer; ayuda con las labores del hogar en la medida de lo posible para que ella descanse cuando el bebé lo haga y no se estrese por cosas que no lo ameriten.
Y una vez que las necesidades básicas de tu pareja estén cubiertas, portea. Portear a tu bebé ayuda a crear ese vínculo que la mujer desarrolla con su cría por medio de la lactancia a través del constante contacto e interacción. Portear contribuye a que conozcas a tu bebé y entiendas su lenguaje y comportamiento. Y tu bebé te conocerá también.
La sensación de tener a tu bebé en tus brazos y que él se sienta tranquilo y a salvo es incomparable.
¡Inténtalo! y platicamos.
-Goretti