Nos llega un suplemento de bebés en nuestro periódico local. Lo abrimos para ver consejos y artículos que podrían interesarnos. En la portada, patrocinando el mismo suplemento, nos anuncian una nueva marca de productos para bebé. Una tierna imagen de una mamá y un bebé bajo una sábana ilustran lo bonitos que pueden ser esos primeros días.
Dentro del suplemento, la cuarta y quinta páginas son enteras de esta nueva marca: Well Beginnings. Sus productos incluyen pañales, fórmulas (lácteas), toallitas húmedas, dosificadores de fórmula, cortauñas, cucharas, entre otras cosas. Una vez más lo acompaña la foto de una mamá y su adorable bebé. Hermosas imágenes. ¡Qué placentera publicidad!
¿Qué es lo que no estamos viendo? ¿Qué se nos escapa? La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) adoptaron en 1981 el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna para proteger a las madres y a sus bebés de las prácticas inapropiadas de las compañías de leche de fórmula, biberones, tetinas, alimentos y bebidas para bebés y niños pequeños. Este Código parte de la preocupación de mantener la práctica de la lactancia materna para mejorar la nutrición y salud de lactantes, niños de corta edad y sus madres.
El Código, grosso modo, prohíbe a la industria de alimentos infantiles dar suministros gratuitos a hospitales; promover sus productos directamente a madres y al personal de salud; utilizar imágenes de bebés en sus productos o publicidad; dar regalos a madres o trabajadores de salud; dar muestras gratis a familias y promover alimentos y bebidas para menores de 6 meses. Asimismo reglamenta el etiquetado para que se mencionen las consecuencias del uso de sucedáneos en la salud y se hable de la superioridad de la leche materna.
Este anuncio rompe con varios de los estatutos del Código al que México, como Estado miembro de la OMS, está suscrito. Primeramente el Código prohíbe la publicidad y promoción de los sucedáneos de la leche destinada al público en general. Además en la publicidad se utilizan imágenes y textos que idealizan el uso de la fórmula láctea. Por un lado, se utilizan imágenes de bebés y por otro se habla de que la alimentación con la fórmula de Well Beginnings ayuda a prevenir alergias y es ideal para una sana alimentación y un óptimo desarrollo. Por último no menciona las ventajas y superioridad de la lactancia natural, otro estatuto del Código que debe ser respetado por todos los productores de fórmulas en publicidad y etiquetado.
Esta y muchas otras transgresiones al Código suceden diariamente en folletos, promociones, inclusive en las muestras que los mismos pediatras dan a sus pacientes. Una realidad tan evidente que no la vemos.
-Goretti.